Dos personas están encerradas por ser sospechosas de cometer un delito. Y tienen una serie de posibilidades:
Si ambas se declaran inocentes, las dos personas quedarán en libertad.
Si las dos confiesan haber cometido el delito, tendrán una condena menor.
Si una se declara inocente y acusa al otro, mientras el otro se declara inocente. El delator quedará en libertad y el delatado recibirá la máxima condena.
Y si ambos se declaran inocentes y culpan al otro, ambos reciben la máxima condena.
En este caso, lo más posible es que ambos se declaren inocentes y culpen al otro, recibiendo los dos la máxima condena. Pues en esto consiste el dilema del prisionero: La inexistencia de cooperación puede conducir a resultados más negativos que la no acción (pasividad) de la mayoría. La ausencia de confianza produce que ambos sospechosos elijan por la peor opción colectiva, en pos de su mejor opción individual.
Dos personas están encerradas por ser sospechosas de cometer un delito. Y tienen una serie de posibilidades:
Si ambas se declaran inocentes, las dos personas quedarán en libertad.
Si las dos confiesan haber cometido el delito, tendrán una condena menor.
Si una se declara inocente y acusa al otro, mientras el otro se declara inocente. El delator quedará en libertad y el delatado recibirá la máxima condena.
Y si ambos se declaran inocentes y culpan al otro, ambos reciben la máxima condena.
En este caso, lo más posible es que ambos se declaren inocentes y culpen al otro, recibiendo los dos la máxima condena. Pues en esto consiste el dilema del prisionero: La inexistencia de cooperación puede conducir a resultados más negativos que la no acción (pasividad) de la mayoría. La ausencia de confianza produce que ambos sospechosos elijan por la peor opción colectiva, en pos de su mejor opción individual.
Si ambas se declaran inocentes, las dos personas quedarán en libertad.
Si las dos confiesan haber cometido el delito, tendrán una condena menor.
Si una se declara inocente y acusa al otro, mientras el otro se declara inocente. El delator quedará en libertad y el delatado recibirá la máxima condena.
Y si ambos se declaran inocentes y culpan al otro, ambos reciben la máxima condena.
En este caso, lo más posible es que ambos se declaren inocentes y culpen al otro, recibiendo los dos la máxima condena. Pues en esto consiste el dilema del prisionero: La inexistencia de cooperación puede conducir a resultados más negativos que la no acción (pasividad) de la mayoría. La ausencia de confianza produce que ambos sospechosos elijan por la peor opción colectiva, en pos de su mejor opción individual.
2 comentarios:
no, asi no es.
Si yo soy uno de los sospechosos, debería confiar que mi compañero no me delatara, porque el no gana nada haciendolo, y el ha de esperar que yo tampoco lo traicione.
La paradoja aparece cuando yo al traicionar a mi compañero salgo libre, y si los dos nos declaramos inocentes se nos procesa por cargos menores, y si ambos nos traicionamos recibimos una condena más baja que si somos traicionados.
En tal caso, elija lo que elija mi compañero me conviene traicionarlo para mi beneficio personal, pese a que el beneficio de grupo se ve claramente disminuido.
Claramente no entiendes de la naturaleza humana "Malkredisto".
Para que eso sucediera obviamente los dos deberían de estar de acuerdo, y el problema que nos plantea aquí nos dice que no se sabe eso. Probablemente por instinto de preservación uno culpará al otro con el objetivo de quedar libre.
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